Aprender cómo cuidar tu guante exfoliante te ayudara a alargar la vida útil del mismo, además de evitar que proliferen en él gérmenes y bacterias.
Los guantes de exfoliación son, desde hace muchísimos años, una de las herramientas más efectivas cuando de mantener la piel suave se trata.
Es muy común encontrarlos en el mercado, no solo en variedad de colores y estilos, sino también en diversos materiales, unos más ásperos que otros, sobre todo dependiendo para que zona se vaya a usar.
Por ejemplo; los guantes exfoliantes para el cuerpo tienden a ser mucho más rústicos y con una textura mucho más áspera que la de un guante exfoliante para la cara, que como sabemos es una zona más delicada
En cualquier caso, la función principal de estos guantes es eliminar de forma suave y sin contraindicaciones toda impureza y células muertas acumuladas en la piel.
Es por ello, que como complemento a tratamientos de acné en espalda o glúteos, se recomienda la exfoliación constante, utilizando por supuesto, estos guantes.
Ahora bien, sabiendo que es una herramienta valiosa para el cuidado de la piel, conviene aprender sobre no solo para que sirve el guante exfoliante, ni cada cuanto usar guante exfoliante, sino también la mejor forma de cuidarlo.
¿Cómo Usar Guantes Exfoliantes?
El uso del guante exfoliante es sumamente sencillo, cualquier persona puede beneficiarse de él. Los pasos básicos para exfoliar la piel son los siguientes:
- Comienza por humedecer la piel para que las células muertas se ablanden, con esto lograremos que se remuevan de forma efectiva. Lo ideal es usar agua tibia.
- Colócate el guante exfoliante en la mano y humedécelo también.
- Aplica una pequeña cantidad de gel o jabón liquido en la palma.
- Con cuidado, y sin hacer demasiada presión, comienza a frotar el cuerpo con el guante exfoliante, hazlo con suaves movimientos circulares, preferiblemente comenzando desde los hombros hasta llegar a los pies. Frotando cada área de la piel en varias ocasiones, haciendo mayor hincapié en las áreas en que la piel suele tener una mayor predisposición a endurecerse, como por ejemplo los codos, las rodillas y los talones de los pies.
- Para terminar, enjuaga el guante con agua tibia y haz lo mismo con tu cuerpo.
NOTA: para tratar imperfecciones como celulitis o estrías, lo más recomendable es utilizar algún exfoliante, uno muy efectivo es el exfoliante de café casero lleno de antioxidantes.
- Una vez que hayas secado tu piel ligeramente con una toalla suave, se recomienda aplicar crema hidratante o un aceite humectante, esto ayudara a retener la humedad al máximo.
Como Cuidar Tú Guante Exfoliante- Recomendaciones
Conocer sobre su limpieza, conservación y mantenimiento es importante para que aprendas como cuidar tu guante exfoliante facial o corporal, evitando así la proliferación de bacterias y moho.
Por lo general, la mayoría de las personas acostumbran a mantenerlo en el baño, cerca de la ducha, por la facilidad de tenerlo cercarla al momento del baño, sin considerar que esto es un gran error.
El baño es un ambiente húmedo, lo que aumenta las posibilidades y/o el riesgo de contaminación bacteriana de tu guante.
Todo esto nos hace consciente de la importancia que tiene no solo el saber usar el guante exfoliante, sino también saber lavarlo adecuadamente después de cada uso.
Por lo tanto, a lo que de limpieza se refiere lo ideal es lavar el guante exfoliante inmediatamente después de usar, utilizando una mezcla diluida de agua tibia con lejía al 10%, esto ayuda a reducir significativamente la proliferación de bacterias y moho.
Para hacerlo, bastaran simplemente unos minutos en los que sumerges tu guante en la mezcla, seguidamente enjuagar con abundante agua fría para dejar secar en un lugar fresco.
A pesar de darle un muy buen cuidado a nuestro guante exfoliante, conviene sustituirlo cada cierto tiempo. Y si observas algún tipo de moho, mal olor no dudes en cambiarlo de inmediato.
Ahora que sabes cómo cuidar tu guante exfoliante, te aseguro que su durabilidad se alargara significativamente, además de que tu piel no correrá ningún tipo de riesgos.