Aprender como sanar las heridas de la infancia no es tarea fácil, pues esas dificultades o experiencias dolorosas que vivimos durante nuestros primeros años de vida suelen acompañarnos por años, hasta que decidimos tomar acción y sanar.
Las heridas de la infancia que repercuten en la edad adulta se ven reflejadas en diversos aspectos de la vida, por ejemplo en creencias o pensamientos que tenemos de nosotros mismos, en nuestras relaciones, e incluso en emociones difíciles de controlar.
Ahora bien, ¿Por qué es tan importante buscar la forma de como curar las heridas de la infancia? Básicamente, cuando consigues entrar en contacto con tu niño interior no solo te es posible entender mucho mejor tus conflictos, sino también liberarte de todos esos bloqueos o emociones reprimidas que de cierta forma afectan aspectos de tu vida.
Es por ello, que en teexplico.com he reunido para ti un par de ejercicios para sanar heridas emocionales que sin duda pueden ayudarte. Esto tomando en cuenta que, ninguno de ellos supera la ayuda que puede darte un especialista o terapeuta, pero si funcionan como un complemento efectivo.
Como Sanar Las Heridas De La Infancia
A continuación te detallare dos ejercicios que muy probablemente te ayuden a sanar tus heridas de la infancia, indiferentemente de cuales hayan tus circunstancias o vivencias. Veamos…
Ejercicio 1: la fotografía.
Para este ejercicio es necesario hacerte de una fotografía tuya de cuando eras niño, preferiblemente una que te guste, con la que sientas cierta conexión.
Cuando la tengas, ubícala en un lugar donde la veas a diario y de manera constante, por ejemplo, en tu cartera, en el tablero del auto o mejor aún, de fondo de pantalla en tu móvil.
Ahora bien, el ejercicio consiste en que cada vez que mires tu foto dirijas algún pensamiento o frases positivas hacia ella, es decir, a tu niño interior.
Lo que conseguirás con este ejercicio es conectar de cierto modo con tu niño interior, brindarle sentimientos de compañía, cuidado, protección que indudablemente te ayudaran a sentirte mejor.
Ejercicio 2: El Diario.
Elige un cuaderno o libreta pequeña que puedas guardar en un cajón cerca de tu cama. Cuando lo creas conveniente, toma tu diario y escribe en él aspectos que te ayuden a definir tu niño interior, pues solo tú sabes cómo hacerlo.
Algunas cosas que podrías escribir y expresar en tu diario son como fue tu infancia, lo que esperabas de tus padres, cual era tu mayor temor, que odiabas hacer, que secreto conservas, etc.
Con este ejercicio logras no solo desahogarte sino también vivir de forma consciente, entendiendo el por qué de tus heridas, conectando con ellas para poder sanar.
Algo que debes considerar es que estos ejercicios no son del todo fáciles, es muy probable que surja el dolor mientras los llevas a cabo, la cuestión es aprender a transformar ese dolor en sanación, solo así veras que poco a poco te irás liberando de tus heridas de la infancia.