A pesar de su frecuencia, muchas personas no están conscientes de la falacia de control y sus efectos negativos. Por ello, en este artículo, te hablare en detalle sobre el tema, desde su concepto, cómo se manifiesta en diferentes situaciones y mejor aun, cómo se puede prevenir o tratar su aparición.
Conocer a fondo sobre este tema, es sin duda, el primer paso para tomar medidas que nos ayuden a evitar caer en ella, o bien, salir de tal distorsión cognitiva.
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¿Qué Es Falacia De Control?
La falacia de control es un error de pensamiento en el que una persona cree que tiene un control desproporcionado sobre los resultados de un evento incierto o aleatorio.
Esta creencia se basa en la ilusión de que las acciones que uno realiza o las decisiones que toma pueden influir significativamente en los resultados, cuando en realidad la influencia es mínima o nula.
¿Cuándo Se Produce Esta Distorsión Cognitiva?
Esta falacia se produce cuando alguien atribuye una causalidad excesiva a sus acciones, cuando en realidad el resultado es el resultado de múltiples factores, algunos de los cuales pueden estar fuera de su control.
La falacia de control distorsión cognitiva puede manifestarse de muchas maneras, desde la creencia en la «suerte» en juegos de azar hasta la creencia de que el propio comportamiento puede controlar eventos a larga escala, como cambios en el clima o en la economía.
Otros de los casos o causas más comunes que dan origen a esta distorsión, pueden ser:
- Una elevada autoexigencia.
- Tener creencias muy arraigadas de que “todo depende de nosotros”.
- Tener un locus de control interno (según el cual, lo que nos ocurre depende de uno mismo, y no de factores externos).
- Miedo a delegar tareas.
- Ser excesivamente perfeccionista o poseer la necesidad de control.
- Tener una personalidad ansiosa.
Por otro lado, cuando creemos que nada depende de nosotros y que, por lo tanto, no tenemos ningún control sobre los eventos, encontraríamos:
- Sentimiento de indefensión aprendida.
- Inseguridades personales (pensar que no somos capaces de cambiar nada).
- Baja autoestima.
Es importante tener en cuenta que esto no significa que no debamos tomar medidas para influir en los resultados de un evento. Sin embargo, es importante tener una comprensión adecuada de nuestro grado real de control y no caer en la ilusión de tener un control desproporcionado sobre los resultados.
Recomendaciones Para Evitar La Falacia De Control
Aquí algunas ideas que te van a ayudar a prevenir o tratar la falacia de control:
- Contrastar las ideas con fuentes de información fiables.
- Empezar a desarrollar un pensamiento crítico de las cosas.
- Cuestionar nuestra manera de pensar; no darla siempre como “válida”.
- Evaluar nuestros pensamientos y registrando las posibles falacias o distorsiones cognitivas que cometemos.
Conclusión
En definitiva, dentro de la falacia de control existe un filtro a la hora de procesar e interpretar la realidad que puede darse en dos sentidos. En el primero; tenemos la sensación de poder controlarlo todo, en el segundo; sentimos que no tenemos control sobre nada y que las personas, la vida o el entorno nos dominan.
En este último caso (falacia de control externo), suele darse una sensación de indefensión aprendida, a través de la cual nos sentimos incapaces de cambiar nada de nuestra vida.
Esta ilusión puede ser peligrosa, ya que puede llevar a decisiones irracionales y a la adopción de estrategias ineficaces. La falacia de control es un fenómeno común en muchos ámbitos de la vida, desde las apuestas y las inversiones hasta la toma de decisiones políticas y personales.
Ahora bien, ¿Se puede combatir la falacia de control? La respuesta es sí, con paciencia y dedicación.